lunes, 1 de agosto de 2011

CONSEJO MUNICIPAL AGRARIO

Uno de los hilos conductores de éste blog ha girado siempre en el entorno de nuestro “motor” económico cual es la agricultura, como no podía ser de otra manera.

He insistido reiteradamente en la necesidad de cambiar la imagen exterior que proyectamos; porque entiendo que nos ven desde fuera, viviendo en un territorio desordenado, medioambientalmente insostenible, y con unas relaciones genéricas con la inmigración, que terminan por fin generando rechazo entre los consumidores finales respecto de las hortalizas que producimos; con todas las consecuencias que ello conlleva para la rentabilidad de nuestras explotaciones.

Creo que el agricultor de la comarca tiene que felicitarse por la reciente iniciativa del Equipo de Gobierno Municipal, por la propuesta de elevación a Pleno del Proyecto de Reglamento del Consejo Municipal Agrario. Sin ninguna duda, siempre que éste se termine convirtiendo en un órgano consultivo, en el que todos los ciudadanos, agricultores o no, vean sus expectativas satisfechas. Y cuando elevadas a Pleno sus deliberaciones, terminen siendo vinculantes.

Presumo que se puede estar en el camino correcto por cuanto a la creación de cauces de participación, y como consecuencia, al abordaje de los problemas estructurales y de fondo, que a nadie se le escapa, están en el horizonte inmediato, tanto respecto del territorio como de las personas que en él habitamos.

Dicho lo que antecede, nos “tropezamos” con el primer problema; ¿quiénes van a ser los componentes de ese Consejo Municipal? ¿En base a que parámetros de representatividad dentro del sector? ¿Qué legitimidad tendrán sus representantes respecto a las mayores capas de población afectadas? ¿Van a tener mayor presencia los agricultores en él, o se diluirá su presencia entre la mayoría? ¿Se van a abrir cauces consultivos y democráticos para determinar su composición?.

Es la hora de empezar a redefinir nuestro modelo agrícola; porque es de dominio público que en el contexto general de la crisis económica que padecemos, el sector tiene algunas particularidades definidas; y es a partir de ahí que tenemos que preguntarnos ¿apostamos por un modelo limpio y justo? o ¿apostamos por mantener los pilares fundamentales del modelo actual ?. Porque me atrevo a decir que estamos ante dos modelos antagónicos.

Por ello la respuesta a la pregunta vendrá a condicionar la composición definitiva del propio Consejo Municipal Agrario. Quizá y simplificando en exceso habría que preguntarse ¿qué es primero el huevo o la gallina?; y es IMAGINACIÓN lo que hay que reclamarle al Equipo de Gobierno, para que dando respuesta a la pregunta, la inmensa mayoría de los ciudadanos (si no todos) nos sintamos representados. Me temo que no van por ahí los planteamientos.

Perseveraremos, como casi siempre, en aceptar una composición decidida por unos pocos; excluyente de la explotación familiar agraria, excluyente de los trabajadores/as del campo, excluyente de los trabajadores/as del sector del manipulado… Y de tantos otros. Para terminar tomando las decisiones unos pocos, con intereses muy particulares, y que en modo alguno responderán a los intereses generales del conjunto de la población.

El actual modelo de distribución de alimentos, ni es el más eficiente, ni es el más seguro, ni el más justo, ni para el agricultor ni para el consumidor. Los esfuerzos constantes de la inmensa mayoría de los actores implicados en la producción y distribución de alimentos, por cuanto a la realización de buenas prácticas agrícolas, no han redundado en el fortalecimiento de la posición del primer eslabón de la cadena cual es el agricultor. Y ese debilitamiento constante y mantenido en el tiempo pasará factura, salvo que de una vez por todas, reconozcamos el problema, delimitemos sus perfiles y apliquemos las medidas adecuadas.

No es casual que Almería, a día de hoy, encabece el listado interprovincial con mayor número de parados; esa situación responde a unos modos y maneras de hacer las cosas… A partir de éstas reflexiones sería lógico proponer dedicar esfuerzos a redefinir el modelo mas que a su “apuntalamiento”; y para ello, no olvidar que quienes están en el origen de los problemas, generalmente, no suelen ser los mas validos para generar las soluciones.

Un buen amigo asistente al Pleno donde se debatió la constitución del Consejo Municipal Agrario concluyó que la norma persigue, seguir haciendo agricultura, pero sin el agricultor. Resuma el lector sus propias conclusiones.

domingo, 17 de julio de 2011

¿Seguir a la defensiva?

Bajo el eufemismo del concepto mercados, se esconden personas con nombres y apellidos que en connivencia con “nuestros representantes” saquean a diario las arcas del Estado, privatizando todo el sector público y poniendo en marcha políticas voraces que hacen pensar que la ambición desmedida de esos personajes, nunca va a tener fin.

Los ciudadanos entre tanto desarrollamos a diario el sentimiento de que estamos ante un escenario, que por utilizar el símil futbolístico, vamos a perder el partido por goleada, teniendo en cuenta que jugamos sin portero y ellos cada chut que hacen, lo efectúan a puerta vacía. Dicho de otra manera y para que todo el mundo lo entienda, ninguno de los políticos del PP o del PSOE, van a tomar decisiones en la dirección de pararles los pies a los especuladores de turno.

La jornada de ayer sin ir más lejos, según se hacían eco algunos medios por la noche, le habrá costado a la población española 40.000 millones de euros por la estratosférica subida de los tipos de interés de los bonos españoles a 10 años, los que sirven de referencia al conjunto de la deuda. 40.000 millones de euros cuyo grueso principal acabará, por distintas vías, en los centros financieros de Wall Street y que tendremos que pagar nosotros en forma de nuevas rebajas salariales y mayores subidas de impuestos.

Cabe por tanto preguntarse, ¿En algún momento vamos a ser capaces los españoles de hacer frente a las deudas artificiales que nos generan unos y otros? ¿Se podría pasar a la ofensiva en éste partido y siquiera dar muestras de que podamos pararles? ¿Van a ver saciada su ambición en algún momento? ¿Hasta que punto de deterioro social hay que llegar para que reaccionemos? ¿Existen formulas al alcance del ciudadano de a pie, para siquiera ofrecer resistencia a los especuladores? ¿Hay manera de atacar a los mercados?.

Algunas ideas prácticas que andan por la red son dignas de ser expuestas y compartidas.

1)Abrir cuenta en el Banco de España
2) Cerrar cuentas en cualquier banco.
3) Domiciliar nóminas, pensiones, recibos, etc... En la cuenta del Banco de España.
4) Que España ( a ser posible Europa) suspenda pagos.
5) Las pasaríamos canutas, igual que las vamos a pasar, pero nos haríamos con el poder político. Recuerden que cada uno es esclavo de su dueño". Si el "dueño" son los gestores del capital, no hay poder político (gobiernos) de ningún signo que valga.
6) Si el capital lo gestiona la sociedad (Banco Público), el "dueño" es la sociedad. El poder político se recupera. Los gobiernos serán esclavos de su "dueño"; de la sociedad.

La privatización de las cajas de ahorro va en la dirección contraria de los intereses ciudadanos, todo esto no ha sido fruto de la casualidad ni de la improvisación. El robo al Estado y al pueblo ha sido estratégicamente calculado y bien pensado. La pinza entre el Partido Popular y el PSOE en Caja Madrid han apoyado su privatización, se ha forjado una clase política cómplice de los intereses financieros más poderosos y ha actuado a su servicio extendiendo la alfombra por la que van a entrar limpiamente para a hacerse con el patrimonio y el capital acumulado durante años por cientos de miles de pequeños y medianos ahorradores.

En definitiva se trata de apostar por fortalecer el Estado y no ir en sentido contrario que es por donde nos llevan los actuales dirigentes; por eso uno de los gritos que les he oído a los indignados es ¡ NO NOS REPRESENTAN !.

Por eso también defiendo que el Movimiento 15M, para no perderse, tiene que abanderar cuestiones concretas que superen las posiciones partidarias de sus miembros (tal y como se ha pretendido hasta ahora), aglutinando al conjunto ciudadano respecto a las cuestiones genéricas que nos unen. El movimiento 15-M tiene en este aspecto una tarea fundamental porque el robo que lleva consigo la privatización de las cajas no es solo un problema financiero. Se ha podido producir porque nuestra democracia falla, porque no es verdadera, y por eso impedir que se produzca sería un paso decisivo para avanzar hacia la democracia real a la que aspiramos.

Éste es solo un ejemplo de actuación en lo concreto, afrontar cuestiones de caracter local que preocupen a la mayoría, importa por la percepción de cercanía que se produce para su utilización como factor aglutinante de la población en su conjunto, porque en caso contrario, sin coordinación entre las distintas asambleas, queriendo abordar la multiplicidad de problemas existentes aunque sean comunes, se terminará generando desapego y distanciamiento. Es un lujo que no podemos ni debemos permitirnos.

lunes, 20 de junio de 2011

Pepinos, Hipotecas y otras Incongruencias.

Tengo la "suerte" de mantener, con menos regularidad de la que quisiera, relaciones epistolares con Vicent Boix (autor de "El Parque de las Amacas", texto que recomiendo especialmente a los pobladores del Poniente Almeriense). El texto que a continuación corto y pego ha salido de su puño y letra, por si vale para que alguien piense...

Hace unos años España empezó a transformarse en una inmensa estepa de color marrón grisáceo, gracias a la expansión atroz de ladrillos y cementos. En la estela de semejante transformación y por inercia se generó riqueza, creció la economía y muchos se subieron en la cresta del “sueño ibérico”. Fueron los años de la España abducida y feliz. De la orgía económica colectiva. Del lujo para hoy escasez para mañana.
Una lapidaria, repetida y mítica frasecita -hoy degradada a la categoría de timo de la estampita- resumiría aquellos alegres años: “Sí, mi casa me ha costado un riñón y parte del otro, pero yo he invertido en una vivienda porque los precios no bajarán, a lo sumo se mantendrán”.

Era el ciclo del pack: hipoteca, más crédito para muebles de diseño, más otro préstamo para un coche guapo, más otro para un viajecito por el Caribe para liberar tanto estrés acumulado. Todo con una nómina. Quién no se atrevía estaba lerdo. Mientras los bancos encantados, que cuando vino la mala “papá estado” ya se encargó del boca a boca revitalizante.

Se comenta esto porque en esa época dorada donde el consumismo adquirió rango de religión y en el estado español se vivía en una tómbola lisérgica de luz y de color, la agricultura y sus agricultores ya estaban en la UVI con encefalograma plano profundo. De hecho, desde hace lustros que el campo está de luto, en horas bajas y tocando fondo. Todo por una bacteria más dañina y peligrosa que la E. Coli, llamada economía de mercado, que ha permitido que multinacionales y grandes intereses económicos se hayan hecho con las riendas de la alimentación mientras ahogan y exprimen al pequeño agricultor y campesino. Una bacteria que ha condenado a la inanición a millones de personas. Que ha transformado la tierra y la vida en un gran negocio donde ya no es preciso generar alimentos, trabajo y futuro, y sí grandes réditos que unos pocos se reparten ante la desazón e impotencia generalizada de los agricultores.

Ante esa bacteria -que se reproduce en ministerios, parlamentos y cumbres de diversos organismos multilaterales- no ha existido esa indignación generalizada que ha surgido ahora ante las decisiones irresponsables, dañinas y precipitadas de ciertos estamentos alemanes ante la “crisis de los pepinos”. El rechazo social ha sido unánime y mucha gente se ha cabreado con el trato recibido, pero me da la sensación que este mosqueo tiene un origen más bien chovinista y patriotero similar al que brotó con la “ocupación de Perejil”, L’Estatut o el codazo a Luís Enrique.

La palma en todo este show se la ha llevado algún que otro medio de comunicación, de esos que, por una parte anuncian las ventajas de comprar la comida a los principales verdugos del agricultor (la distribución moderna y cadenas de supermercados), y que por otra se solidarizan, pepino en mano, con las desgracias de los agricultores ante la vejación recibida. Sin olvidar, por supuesto, el papel del “bipartidiato” que se ha turnado en el poder durante los últimos 30 años, que ahora clama justicia cuando durante años ha hecho oídos sordos a las quejas de una agonizante agricultura tradicional.

Pero, pasarán los meses, la E. Coli se olvidará (hasta que deje más muertos por ahí) y la “crisis de los pepinos” será historia. Y cuando esto suceda la bacteria sistémica del mercado libre seguirá campando a sus anchas para que los agricultores sigan sin cubrir costes, abandonando la tierra y claudicando ante los intermediarios y distribuidores. Todo para que estos últimos se enriquezcan y para que muchos ciudadanos que ahora se rasgan las vestiduras por los agravios que han recibido nuestros pepinos, puedan ahorrarse hasta el último céntimo al comprar un kilo de melocotones y así poder sufragar la hipoteca, los muebles de diseño, el coche guapo, el crucero en el Caribe, las cuotas del gimnasio y la cirugía estética para unos decaídos pechos. Melocotones por cierto, que tal vez se importen de países del sur porque allí los costes de producción son más económicos. De esta forma se machaca a los agricultores que ahora reciben la solidaridad colectiva ante el golpe alemán, mientras en los estados del sur la tierra se destina, no a la labranza de alimentos básicos para sus poblaciones sino a la siembra de cultivos que acaban en nuestros supermercados.

El consumidor ya sabe que la E. Coli es un clásico de los percances alimentarios. Pero hace unos meses fueron los piensos con dioxinas y agroquímicos también hallados en Alemania. Antes saltaron a la palestra las vacas locas, las gripes aviares y los pollos belgas. Ahora ya suena la campana en China con lo que podría ser otro episodio de inseguridad alimentaria y en un mundo globalizado el flagelo puede extenderse sin parar.

Y es que los “avances de la humanidad” no pueden contrarrestar estos incidentes porque predomina un sistema alimentario donde priva el negocio por encima de todo. Un modelo alimentario donde multinacionales y gobiernos apuestan por una agricultura intensiva a base de semillas transgénicas y agroquímicos. Un modelo alimentario donde los ganaderos alimentan a sus animales con piensos de dudosa procedencia. Un modelo alimentario fuertemente dependiente del petróleo. Un modelo alimentario sintético donde los sabores y los olores naturales se han substituido por sus sucedáneos químicos.

Por tanto, que se calmen los ánimos y que se pidan compensaciones pero sin estridencias. La Eurocopa es el próximo verano y los que simpaticen con la selección del deporte rey ya tendrán sus minutos de éxtasis. Quién en verdad quiera apoyar a los agricultores que escape de este modelo alimentario socialmente injusto, sanitariamente nocivo y ecológicamente insostenible. Que adquiera sus alimentos directamente del agricultor o en mercados y pequeñas tiendas de barrio asegurándose la procedencia, la calidad y el comercio justo. Que estos productos sean de temporada y a ser posible ecológicos. Que luche al lado de los campesinos para que éstos reciban precios dignos y no sean saqueados temporada tras temporada. Y si algún día usted ve a un grupo de “indignados” llevarse alimentos de un supermercado perteneciente a una cadena transnacional… no les silbe y apláudalos porque al fin alguien hizo justicia. Recuerde siempre que quién roba a un ladrón tiene cien años de perdón.

domingo, 5 de junio de 2011

Crisis del pepino.

He coincidido con el autor del articulo que reproduzco en alguna charla o encuentro que versaba sobre la Soberanía Alimentaria en éste país. La orientación constante hacia las buenas prácticas agrícolas, tanto en el cultivo como en la manipulación para su envío posterior a los mercados de venta, por parte de los agricultores y las distintas modalidades de comercialización elegidas y presentes en la provincia de Almería; no ha redundado en el fortalecimiento de la posición del primer eslabón de la cadena cual es el agricultor; que por añadidura, es el único que asume todos los riesgos para alimentar a los demás, antes incluso de la siembra. Comparto con Gustavo que el actual modelo de distribución de alimentos, ni es el mas eficiente, ni el mas seguro, ni el mas justo; ni para el agricultor ni para el consumidor. Corto y pego para su difusión y esperando comentarios. Un saludo.

La ‘crisis de los pepinos’ o mejor dicho el brote de E. Coli que afecta al norte de Europa, es una buena ensalada donde se mezclan alarmas, angustias y mensajes de confianza. A la espera de respuestas definitivas sobre sus orígenes, y ahora que tenemos a los pepinos absueltos, me parece imprescindible abrir algunas reflexiones sobre el sistema alimentario global por el que hemos optado en los países desarrollados (y que se ha impuesto a los países del Sur empobrecido).

El sistema en cuestión ha sido diseñado para producir algo parecido a alimentos, a costes muy bajos, tanto económicos, sociales como ecológicos; pero que puedan producir altos beneficios a quienes se dedican a su comercialización. Los alimentos, lejos de considerarlos como una necesidad y un derecho, se entienden como una mercancía sin más. El caso de los pepinos es un buen ejemplo: los esfuerzos para cultivar, regar y cosechar un pepino, representarán para el agricultor o agricultora 0’17 euros por kilo vendido. La población consumidora pagará 1’63 euros por kilo. Es decir, un incremento superior al 800%.

Mercancías con este margen son verdaderos diamantes que recorren el mundo siempre en una misma dirección, la dirección centrípeta: desde las regiones productoras a las poblaciones con más poder adquisitivo. Y pepinos, piñas o panga hacen entonces viajes muy largos, en temporada alta y con muchas ciudades que visitar. Las administraciones ante este mercado, no se plantean revisar el modelo, sino que optan por asegurar y aumentar los controles alimentarios. Pero por muchas medidas que se puedan tomar, y como hemos visto también con las dioxinas, gripe porcina o vacas locas, las crisis alimentarias son insalvables, y las acabamos pagando la población consumidora (que puede enfermar) y la productora (que puede perderlo todo).

Las dimensiones del problema también las hemos de tener en cuenta. Una partida de alimentos industrializados afectada de algún problema de salubridad son miles y miles de unidades contaminantes, aumentando mucho la dispersión y alcance del brote o epidemia.

Por último en Alemania, donde se ha podido percibir cierta descoordinación entre sus autoridades, han obrado tajantemente bajo el principio de precaución, impidiendo el consumo del pepino y otras hortalizas… por lo que pudiera ocurrir. El mismo principio que en cambio siempre queda relegado en otros riesgos alimentarios no agudos pero si a largo plazo, como por ejemplo el consumo de alimentos transgénicos o las nuevas prácticas de nanotecnología. Pareciera que las multinacionales que controlan el sistema alimentario tienen lazos muy estrechos con las autoridades sanitarias que a ellas sí les permiten campar, acampar y cultivar a sus anchas.

A partir de estas reflexiones y otras que se podrían añadir, parece lógico proponer que las medidas políticas en agricultura y alimentación se dirigieran más a revisar el modelo en sí mismo. No podemos resolver estas crisis con más puntos de control, con más tecnología; es un camino equivocado y sin salida. Sin embargo, como dice la Dra. Marta Rivera «la Soberanía Alimentaria, que apuesta por la relocalización de los sistemas agroalimentarios y por modelos de producción campesinos, podría (además de alimentar a toda la población) incrementar también la seguridad alimentaria. Por un lado, los alimentos serían adecuados al contexto cultural, por otro lado, la agricultura campesina, desde el enfoque de la agroecología, favorecería la producción de alimentos sin tóxicos, disminuyendo el riesgo de consumir alimentos contaminados y socialmente justos. Así mismo, el acortamiento de la cadena alimentaria y la reducción del número de intermediarios y transformaciones sufridas por los alimentos disminuyen los puntos críticos en los que los alimentos pudieran ser contaminados».

Y los beneficios quedarían en manos campesinas. Las alarmas sólo servirían para despertarles por la mañana, si el gallo se olvidara de cantar.

domingo, 24 de abril de 2011

¿Paralelismos?

He leído recientemente a un autor argentino la frase:

<< El desprecio por el trabajo cuando éste no rinde beneficios inmediatos, es una herencia española>>. Al margen de otras consideraciones que haré, a bote pronto y siendo nativo de El Ejido, ni me reconozco, ni a mis paisanos, en esa filosofía.

Muy al contrario, (siendo esta la tierra de las tres cosechas, mocos, legañas y esparto), ha sido basándose en el valor trabajo, como los ejidenses y por extensión el conjunto de los almerienses, hemos sido capaces de transformar un desierto, y sin suelo, en un vergel productivo generador de vida y riqueza.

Eso no evita que emulando el modelo argentino, hayamos caído en el victimismo de querer encontrar la “fuente” de todos nuestros males en el exterior. Con demasiada frecuencia los almerienses hemos enlazado una crisis tras otra; primero fue la minería, después fue el parral, y ahora estamos en la horticultura.

Siempre hay un denominador común, la costumbre de culpar a los demás de lo mal que nos va como individuos y como sociedad. Hemos creado una “maquina” de los pretextos que genera periódicamente alguno que nos “libera” de asumir las responsabilidades de nuestro pasado; y practicando la política del avestruz, nos convierte en actores pasivos de nuestro futuro.

El PAL ha venido utilizando, en clave municipal, el modelo victimista como bandera; lo triste es que le ha funcionado, con lo cual se ha generado un clima de tolerancia hacia determinado tipo de conductas impregnadas de corrupción. Los vivos del PAL no creen en la justicia, son capaces de poner en cuestión hasta el ESTADO DE DERECHO.

La tenacidad y perseverancia que ha venido siendo un rasgo común definitorio de la filosofía de vida de los pobladores del territorio, casa mal con la creencia de que el nivel de inteligencia se mide por el número de dígitos de la cuenta corriente; fruto con demasiada frecuencia del “pelotazo”, y/o de la falta de transparencia.

El autor de “La Cruz Invertida”, me refiero al escritor argentino en cuestión, manifiesta que los argentinos se han quedado con la parte española del que busca un “El Dorado” que los libre de la necesidad de ensuciarse las manos y sudar. Repito que no es nuestro caso, sino todo lo contrario, pues ha sido con sangre, sudor y lágrimas como hemos llegado donde estamos.

Y aunque es cierto que al llegar a una encrucijada podemos sentir la incertidumbre de la elección del camino a seguir; lo que propongo es que encaucemos nuestras energías emocionales hacia los objetivos que más nos convienen; ya es hora de que nos desprendamos de los falsos ídolos y nos concentremos en los contenidos.

Es absolutamente falso que todo el mundo esté contra nosotros, cualquiera que haya viajado un mínimo entenderá que fuera de nuestras fronteras el sentimiento que mas despertamos es el de la admiración y en cierto modo, una envidia sana. Ese sentimiento es el que tenemos que seguir cultivando, y para ello nada mejor que dejar de esconder la cabeza debajo del ala, sino por el contrario, afrontar la realidad, nuestras distintas realidades si quiere el lector, pero tal cuales son.

La realidad del desgobierno municipal, “hija” de un modo y maneras de entender la política, cual es la elección de un candidato a dedo, pensado solo para la defensa de unos intereses de clase, absolutamente sectarios. Y finalmente esa “hija” nos sale rana, y en un maridaje inconfesable con el PSOE, nos hipotecan de por vida.

La otra realidad, la de nuestra agricultura, afrontando los dos grandes retos que nuestros mayores consumidores nos demandan con mayor insistencia cada día que pasa. La ausencia total de pesticidas en su dieta, y una remodelación territorial que garantice una producción medioambientalmente sostenible. Esos son los dos grandes retos pendientes, cuanto antes los afrontemos, menos traumático será el proceso.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Cinco Puntos.

Tal como me ha llegado lo pego (pero compartiendo la totalidad de su contenido) de ahí que lo haga público en el blog; sobre todo teniendo en cuenta que es de total aplicación en el término municipal que resido.

"No dudemos jamás de la capacidad de tan solo un grupo de ciudadanos conscientes y comprometidos para cambiar el mundo. De hecho, siempre ha sido así" (Margaret Mead, activista social)

Cualquier lector atento convendría en que internet se ha erigido en el medio de expresión masivo e informal de una sociedad civil, que quiere ser oída y que alberga serias dudas sobre la capacidad de sus representantes políticos para gestionar el porvenir del país.

Una sociedad profundamente consternada por la indolencia exhibida por su clase política, ante un periodo de destrucción sin precedentes de la economía, la democracia y la convivencia. Especialmente cuando, en paralelo, esa clase política ha regalado a cientos de miles de simpatizantes una nómina en la Administración Pública mejor que la de cualquier funcionario de carrera, ha incrementado, sin equidad ni racionalidad alguna, sus propios sueldos, y ha consentido la simultaneidad ilimitada de cargos pagados desde las arcas del Estado, con arbitrarias prebendas fiscales y de jubilación.

Lo que podría parecer una protesta aislada es ya un clamor unánime en toda la red: nuestra clase política, por su viciado proceso de selección y los lamentables resultados de su intervención, es profesionalmente incompetente, abusa sistemáticamente, sin freno ni control, de sus desproporcionados privilegios, y bloquea con sus sistemas el acceso al poder de otros ciudadanos más capaces en su función.

Desde este modesto blog, creemos sinceramente que la gente que puebla por millones la red ha dicho basta y que ha llegado el momento de establecer un marco mínimo de asunciones a exigir a los partidos que deseen obtener votos en este canal.

Quienes pretendan el voto favorable de la red deberían asumir, como mínimo, estas cinco propuestas, las más elementales, que con tiempo y debate, no han de ser las únicas:

1.- Listas electorales abiertas para las próximas Elecciones Generales, por circunscripciones de > 100.000 habitantes.Queremos ser gobernados por los mejores y no por una aristocracia interna de los partidos alternantes, que sistemáticamente ha venido suplantando la voluntad general por la autoridad de una pequeña oligarquía partidista, alejándose por completo del espíritu de nuestra Constitución.

2.- Separación efectiva de los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Una petición unánime y probablemente el aspecto que más nos avergüenza de nuestra conducta política. Sería la forma más eficaz de combatir la corrupción y la arbitrariedad, que diariamente se denuncia desde todas las instancias, menos desde las afectadas, empeñadas, a menudo, en cobijar a sus infractores.

3.- Reorganización de la estructura territorial municipal y autonómica, agrupando poblaciones menores, y completa profesionalización de la gestión, alejando a los cargos electos del manejo del dinero y de la concesión de licencias, fuente de la mayor corrupción y abusos. Plan de reducción presupuestario para las Comunidades Autónomas y cumplimiento de los plazos de pago establecidos a proveedores, en todas las administraciones.

4.- Fijación de una escala salarial para el ejercicio de la política, pública y homogénea en todos los territorios, referida a niveles equivalentes en el mundo directivo empresarial, con dedicación exclusiva y sin posibilidad de acumulación de otros sueldos procedentes del Estado o de los partidos. Nuevamente queremos que los mejores profesionales puedan ejercer sus competencias, sin merma de su nivel de vida, ateniéndose a la misma fiscalidad, jubilación e indemnización por cese, que los demás.Hemos de acabar con este vergonzoso desorden y falta de respeto al dinero público, por el que, entre otras incongruencias, un presidente de gobierno puede tener un sueldo nominal inferior al de cualquier alcalde o parlamentario. Asimismo, esperamos un criterio riguroso y homogéneo, para el uso de vehículos oficiales y otros gastos, con límites presupuestarios por categorías, para todo el territorio. Nada que sea ni menos ni más de lo que habitualmente el resto de los ciudadanos, admiten para sí mismos.

5.- Independencia del Instituto Nacional de Estadística. No podemos aceptar que los partidos políticos gobernantes dispongan a su antojo, del monopolio sobre la información real de lo que nos sucede. Ha de ser una información veraz y objetiva, lejos de cualquier interés partidista o electoral.

Así, con este mínimo resumen de puntos, queremos comunicar a la clase política, que la sociedad que le sustenta, ha dicho basta a la malversación de cuantos valores son indispensables para lograr una democracia efectiva, una información veraz y una administración austera, eficaz y racional, en la que se puedan incorporar los más idóneos, sin pasar por las redes clientelares de los partidos.

La partitocracia, ha suspendido su evaluación ante el mundo de internet, y caso de que los partidos no asuman, al menos, estos 5 principios, fácilmente ampliables, como veremos en próximos posts de este blog, el voto de internet buscará otras formaciones marginales o acciones testimoniales de protesta. Reflejando, de ese modo, su absoluto descontento y la falta de credibilidad en la capacidad de gestión, de los mismos partidos que nos condujeron al riesgo de quiebra actual, del que solo nos ha salvado, el enorme volumen de deudas contraído con nuestros acreedores. Y que ni tan siquiera, por respeto a la ciudadanía que les mantiene, aceptan homologar las reglas de nuestra democracia y de nuestra gestión económica, con las de los países más razonablemente equiparables de nuestra órbita europea.

Y para que nuestra opinión pueda oírse y compartirse más allá de nuestro foro, vamos a proceder a una sencilla acción de difusión viral. Cada lector que quiera participar, puede alcanzar fácilmente un millón de lectores, mediante el envío de este blog a 10 amigos, con el ruego de que lo reenvíen a otros 10, así hasta alcanzar, al menos, 6 etapas de una cadena, que podría proporcionar una serie del tipo: (1-10-100-1.000-10.000-100.000-1.000.000).

¡¡ VAMOS QUE JUNTOS PODEMOS !!.

viernes, 4 de febrero de 2011

Errores Nuevos

Dudo muchísimo que las soluciones que necesita El Ejido, sea mi generación la que esté facultada para proporcionarlas. Nuestro “amaneramiento” dificulta la toma de decisiones que vengan, de alguna manera, a “desestabilizar” nuestro acomodamiento. Por otro lado el envejecimiento medio poblacional, inevitablemente nos vuelve conservadores.

Frente a la media de paro juvenil que a nivel nacional ronda el 43,65%, para la banda de edad que discurre entre los 18 y 25 años, cabe pensar que la cifra, punto arriba o abajo, y en relación con el paro local, ande por la cercanía de semejante porcentaje entre los jóvenes que, ni estudian ni trabajan con esas edades y en nuestro término municipal.

Es a esa generación “Nini”, a la que dirijo éste post, en la esperanza de que sea entre ésta de la que surjan los líderes del mañana, capaces de ofrecer soluciones ilusionantes que nos saquen del “desastre” colectivo al que estamos abocados si mantenemos el actual estado de cosas, que ademas discurre en la instalación permanente en el quejío de que nadie viene a traernos soluciones al atasco que supone la no generación de empleo.

Es probable que nadie tenga soluciones totales al problema; incluso que las que existan sean parciales y no definitivas, pero ante todo tenemos que partir del reconocimiento de que mantener esa situación resulta una catástrofe que no nos podemos permitir.; y siendo así, ¿cómo es posible que ese colectivo del que formais parte no manifieste su enfado por ninguna vía?.
Hay que obligar a los partidos políticos y a los sindicatos a que adopten medidas que permitan atajar el desastre, y a las entidades financieras que se han nutrido de dinero público en plena crisis y que supuestamente lo hacían para reactivar la economía.

Hasta ahora y en los últimos años, solo he oído como soluciones las viejas formulas, todo lo que se nos propone me suena a ideas antiguas que nos conducen a aceptar el statu quo como única formula posible, y la consecuencia es la indecisión y el anquilosamiento expectante del “ a ver que pasa”.

La pregunta es, ¿porqué tenemos que resignarnos a aceptar como válidos los errores viejos habiendo tantos nuevos por cometer?. Si en el origen de los problemas municipales, por localizarlos mas cercanos en el espacio, están el PAL, el PP y el PSOE, y ademas estas mismas fuerzas políticas nos van a exigir sacrificios para sacarnos del pozo en el que ellos mismos nos han metido; la consecuencia inmediata debería ser que les exigiéramos que nos propongan “errores nuevos” a cometer, propuestas estimulantes que nos sugieran un mínimo de inspiración.

No es verdad que un ayuntamiento no pueda ser un agente activo en la creación de empleo aunque éste no tenga competencias directas sobre él.

Las propuestas de congelación de las pensiones o alargar la edad de jubilación a los 67 años, ademas de “soluciones” antiguas y rancias, os perjudican ostensiblemente dado que tendréis menos opciones de empleo.

Ante esa situación no podéis manteneros apáticos y callados como meros espectadores, cuando sois la generación que mas claramente está sufriendo ésta feroz crisis. Los adultos que os observamos, aceptaríamos con alguna ilusión los sacrificios que se nos exigen si tuviéramos la convicción de que el esfuerzo puede ayudar a vuestra generación; pero esto tiene que estar acompañado de que asumáis el papel protagonista que os corresponde reclamando esas ideas sugerentes e innovadoras que supongan ilusionarnos.

Es probable que os toque vivir una etapa cargada de incertidumbres, al menos sin las “certezas” con las que hemos vivido vuestros padres; pero no os dejéis paralizar por la indecisión; la parálisis es la peor de las enfermedades

Hay que esforzarse en entender lo que está pasando y porqué, ya que nuestros “líderes espirituales” y económicos se limitan a hacernos pagar la crisis a todos (empezando por los mas débiles), y terminando por ajustar a toda la población, menos sus ingresos. Y, como digo en lineas anteriores sin dar explicaciones, ni a donde nos llevan las medidas adoptadas.

¿Y que está pasando hoy y porqué?. No estamos ante una sola crisis sino ante un conjunto de ellas: crisis ecológica (energética, climática, perdida de la biodiversidad, etc.): crisis social (individual y colectiva) aumento de las desigualdades entre las naciones y en el seno de ellas etc. Crisis cultural y de pérdida de valores; así como pérdida de referentes y de identidades; a lo que ahora se añade la crisis económica y financiera. Todas ellas no son crisis aisladas sino fruto de la desmesura, del “todo vale” y la búsqueda obsesiva del quiero cada vez mas.

Si somos capaces de aceptar que la solución a los problemas personales no pasa por el crecimiento ilimitado, la suma colectiva dará su fruto y estaríamos ante un escenario nuevo, si aceptamos que las condiciones ambientales, sociales y humanas impiden que siga el crecimiento sin fin, debemos anticiparnos y cambiar de dirección.

Cuando venimos, año tras año, padeciendo la situación de los mercados, vía precios, y se nos dice que la solución para nuestros agricultores es que reformen sus invernaderos para que produzcan el doble, ¿tiene sentido inyectar al mercado el doble de producto?. ¿Somos competitivos frente a los sueldos de miseria de países terceros?.

El cambio de rumbo significa todo lo contrario, DECRECIMIENTO, (con mayúsculas) pero que nadie se confunda, decrecimiento no es sinónimo de recesión; la elección no es entre crecimiento y decrecimiento, sino entre crecimiento y recesión, que es donde estamos ahora, fruto del propio sistema cíclico; pero no estamos en una sociedad de decrecimiento.

Si leyésemos a Nicolás Ridoux, entenderíamos que, para empezar, no hemos cambiado nuestra organización social, y en la actual, todas las instituciones y mecanismos redistributivos se nutren de la idea del crecimiento. En una sociedad sociedad así, cuando el crecimiento falla, la situación se vuelve inevitablemente dramática. El decrecimiento significa algo completamente distinto, significa crecer en humanidad; significa tener en cuenta todas las dimensiones que constituyen la riqueza de la vida humana.

El decrecimiento no significa recesión (o crecimiento negativo), no propugna ni una recesión ni una depresión: sería ridículo tomar nuestro sistema actual y ponerlo del revés para intentar superarlo. El decrecimiento supone que debemos desacostumbrarnos a nuestra adicción al crecimiento, desprendernos de la idea productivista, porque ella está desconectada del progreso humano y social.

El proyecto del decrecimiento pasa por un cambio de paradigma, de criterios, por una profunda modificación de las instituciones y un mas justo reparto de la riqueza. En un mundo de recursos limitados, las cosas no pueden crecer de manera indefinida, por eso la “objeción al crecimiento” piensa en la necesidad de compartir, en el regreso de la sobriedad, en particular para aquellos que sobreconsumen. No es posible un mundo estable en el que Estados Unidos y Europa consumen 3,4 veces mas que la media mundial; ¿o quizá creemos que las actuales convulsiones del mundo árabe no tienen nada que ver con ese desequilibrio?.

La teoría del decrecimiento lo que mantiene intrínsecamente es que hay que trabajar menos para vivir mejor; y no reducir al ser humano a su mera faceta de consumidor. Un modelo social con mayor carga de valores humanos tendente a producir menos pero con mayor calidad. Una producción de calidad requiere habilidad y tiempo, y como consecuencia genera mas empleo y mas gratificantes.
Recuperar el protagonismo de las personas, restaurar el espíritu critico frente al modelo dominante de querer vivir sin limites; lo que nos permitiría mantener una relación mas equilibrada con los demás. El crecimiento en humanidad es una tarea estimulante, un desafío que merece la pena intentar.

Decía Keines que la dificultad no es tanto ingeniar ideas nuevas, como desechar las viejas. La persecución de la utopía es vuestra asignatura pendiente, es vuestra hora, y ante la corrupción municipal, quizá el mejor momento para que mostréis vuestra disposición a aprobar.